¿Qué es un iurisconsulto?

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Iurisconsulto,en la antigua Roma, persona docta en Leyes cuya misión era la del asesoramiento a los ciudadados romanos que requerían de sapiencia jurídica, pues bien, que esa filosofía de servicio público prime en este "foro"

viernes, 4 de septiembre de 2009

EL PANORAMA QUE TENEMOS

Aprovechando el periodo estival, más allá del descanso y la desconexión que te proporciona no tener que trabajar, he tenido más tiempo de lo habitual para preocuparme, o mejor dicho, para ver con preocupación, el paupérrimo estado en el que se encuentra el sistema jurídico español, indigno de ser calificado como sistema de “justicia”.

Y es que veo, con cierta desazón que nuestros Tribunales sufren un cáncer más allá de sus propios males. Su contaminación e inoperancia para algunos temas, demuestra que algo está fallando en nuestro país, que llega incluso a pervertir al Poder Judicial.

Observo con tristeza que las tensiones políticas, el frentismo por el frentismo, el cainismo patrio y las ansias de poder de unos y otros, en ocasiones sin la legitimidad de una representación social amplía, con independencia de votos o afiliados, está llegando a las instituciones propias que articulan un país como el nuestro.

Me abruma, con tristeza que órganos como el Consejo Fiscal sea incapaz de emitir un informe –jurídico- sobre la reforma de la Ley del Aborto porque los propios fiscales se dividan en posturas políticas, cuando su labor es la defensa, a ultranza, de la legalidad. Me indigna sobremanera que cuando se juzgan casos de corrupción política, lo primero que se destaca es el traje político de los Jueces encargados de la instrucción del presunto delito y que las decisiones de estos no se interpreten en clave jurídica, sino en clave política. Me revuelve que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), sea un tentáculo más de unas supuestas mayorías o minorías que se caracterizan, precisamente, por la inestabilidad en sus apoyos.

Sin embargo, y lo que me produce más ganas de esputar sapos y pestes, es el más importante de todos los Tribunales. Me refiero al Tribunal Constitucional, el cual, ni es tribunal, ni es por desgracia constitucional. Es un órgano formado por doce “Magistrados”, elegidos por políticos, cuyos méritos, son el amiguismo, la sumisión y el servilismo al que puede ofrecer mejor prebenda.

Tres años tres, esperando la Sentencia del Estatuto de Autonomía de Cataluña. Una Sentencia ya inútil, vergonzosa sin haber sido publicada y que ejemplifica que lo de menos es la ley o la constitucionalidad del mismo, sino el partidismo ombliguero que no ve más allá de sí mismo, aunque para ello tenga que saltarse a la torera todo el organigrama normativo existente.

No obstante, hay algo peor y que desacredita aun más a nuestro TC. Es su incapacidad para imponer su propio criterio. Da igual cuál va a ser el resultado. Es indiferente si el Estatuto va a ser constitucional o no, porque pase lo que pase, los que sean favorables a él, lo aplicarán sin reparo alguno. Y si el paro galopante, las negaciones de las negras evidencias económicas y los cambios en las corrientes editoriales que se han generado a toda Prisa por la TDT de pago, provoca que aquellos que están en contra del Estatuto se aúpen al poder, éstos harán todo lo posible por su inaplicación.

Y todo ello, con la connivencia de un TC, cuyo primer artículo de su Ley reguladora (L.O. 2/1979. de 3 de octubre), establece lo siguiente: “El Tribunal Constitucional, como intérprete supremo de la Constitución, es independiente de los demás órganos constitucionales y está sometido sólo a la Constitución y a la presente Ley Orgánica”.

¡¡¡Qué pena!!!!

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Que positivista que has vuelto majo...Anda, que como te lea uno que yo me sé...